Compañeros:
Creo que existe un deber moral cuando se trata de decir
verdades incómodas, realidades que al ser develadas probablemente sean más
impopulares que un helado de mazamorra, pero que tienen el peso del amor, que
en este caso siento por la UTP y en específico, por los derechos de los
estudiantes, de todos aquellos que con mucho esfuerzo logran llegar a un
espacio cada vez más restringido por el valor de las matriculas, los escasos
apoyos de bienestar universitario, y la situación general de desempleo de la
ciudad y la región.
Hoy, cuando en pocos días se elegirán los representantes
estudiantiles, y todas las diferentes visiones de la universidad exponen sus
puntos de vista de cómo debe ser el futuro de nuestra alma mater, no deja de
llamar la atención una lista que representa un retroceso de años en la
Universidad. Y aquí creo que es necesario recordar la historia, porque precisamente la amnesia colectiva es
la que ha permitido gobernantes como Álvaro Uribe, el exterminio de la
Unión Patriótica, la reducción sistemática del presupuesto de las Universidades
Públicas Colombianas, entre otros descalabros, que el pueblo, sin saberlo, ha
apoyado con su voto ciego.
En los últimos años, y después de habernos dado un representante
de las cualidades de Juan Daniel Castrillón, lenta y progresivamente una
camarilla de dirigentes estudiantiles de Medicina, con grandes ambiciones y
deseos de poder, fueron aislando a su programa de la Universidad, planteando
sin tapujos que nada tenían que ver con la UTP, y que la suerte de los
programas de la Universidad les tenia sin cuidado. Esta postura generó muchas
discusiones, sobre todo cuando no solo se la jugaron por evitar toda
confrontación con la administración, aduciendo que Luis Enrique Arango estaba
dispuesto a apoyarlos en la construcción del Hospital Universitario, sino
cuando abiertamente rechazaron que los estudiantes de la universidad se
solidarizaran con sus luchas, preocupándose incluso solo por el ILEX cuando
afecta a ciertos compañeros de su programa, entre otras cosas no menos graves:
el silencio ante el tráfico de puntos por investigación de profesores cercanos
a la administración, la total indiferencia, desde el cargo de representante de
los estudiantes de la facultad de Salud, hacia los estudiantes de Deportes y
Veterinaria y el apoyo soterrado y cómplice ante la última reforma del
Internado de Medicina, discusión que solo fue impulsada por el compañero Juan
Daniel Castrillón, algunos profesores del programa y quien escribe este
artículo. ¿Cómo entonces, quienes han mostrado su desinterés y desprecio por
los estudiantes de la Universidad de la cual no se sienten parte, pueden aspirar
a ser sus representantes?
Ahora, al acercase las elecciones todo comienza a develarse
con claridad: nos encontramos frente a unos compañeros que ya le han prometido
lealtad a la administración (ver imagen anexa), que han utilizado su influencia
en el programa para orientar a sus compañeros como si fuese un asunto de
obligación votar por ellos, pisoteando el consejo estudiantil de Medicina y la
posibilidad de pensar diferente (agregando que en la imagen es claro que para
el candidato lo que importa es que “Medicina” se tome la representación); y que sin ningún tipo de pudor se han
apropiado de la lucha de los estudiantes por exigir un inglés de buena calidad
y en proyección a incluirlo en el pensum académico. De nada entonces sirve
subir videos del Senador Robledo sobre la Educación Superior, cuando se está de
acuerdo con “el proceso de mejoramiento que vive actualmente la Universidad”. Luego,
qué intereses pueden motivarlos entonces a ser simplemente coro de todo lo que
diga el Rector Gaviria?
En lo personal creo que la combinación del apoyo de la
administración, las fiestas como forma de hacer política, la
instrumentalización de las asociaciones estudiantiles para convertirlas en
máquinas electorales y el miedo que ha impregnado a los más dignos y la falta
de carácter de otros, puede desencadenar en la elección de esta nueva derecha,
que en ningún momento representan a Medicina, programa donde saben mis más
cercanos que tengo los más profundos cariños, sino que son la continuación de los Ivan Madrid que han vendido los interés de
los estudiantes.
Depende de todos los estudiantes evitar que esto suceda, que nuestra dignidad y derechos no
sean pisoteados; para eso contamos con los compañeros de Ambiental que
siempre han brillado por su carácter y fortaleza, la seriedad de los estudiantes
de la Facultad de Educación, la fuerza de las Ingenierías y su seriedad para el
debate, la dignidad de la Escuela de Química, el valor y fuerza de los
estudiantes de Veterinaria, a los cuales toda la Universidad les sigue debiendo
mucho y de todos los estudiantes de la Universidad.
Reafirmo que es un deber moral que todo estudiante sepa
quienes aspiran a ser sus representantes, así predeciblemente me caigan mil
rayos encima, sobre todo desde quienes creen que el exilio es un paraíso y que
estar lejos de la gente que se ama no parte por dentro.
Agradezco a todos los compañeros que me animaron a escribir
esto, en especial a los chicos de la Facultad de Salud, y les deseo a todos un
final de semestre lleno de triunfos, de amor y de felicidad.
Un abrazo a todos.
Andres Julian Bedoya
Ex Representante de los Estudiantes al Consejo Académico.
12 abril de 2015.