domingo, 12 de abril de 2015

A la orilla del abismo: Los candidatos de "Medicina" y la Administración de la UTP.

Compañeros:

Creo que existe un deber moral cuando se trata de decir verdades incómodas, realidades que al ser develadas probablemente sean más impopulares que un helado de mazamorra, pero que tienen el peso del amor, que en este caso siento por la UTP y en específico, por los derechos de los estudiantes, de todos aquellos que con mucho esfuerzo logran llegar a un espacio cada vez más restringido por el valor de las matriculas, los escasos apoyos de bienestar universitario, y la situación general de desempleo de la ciudad y la región.

Hoy, cuando en pocos días se elegirán los representantes estudiantiles, y todas las diferentes visiones de la universidad exponen sus puntos de vista de cómo debe ser el futuro de nuestra alma mater, no deja de llamar la atención una lista que representa un retroceso de años en la Universidad. Y aquí creo que es necesario recordar la historia, porque precisamente la amnesia colectiva es la que ha permitido gobernantes como Álvaro Uribe, el exterminio de la Unión Patriótica, la reducción sistemática del presupuesto de las Universidades Públicas Colombianas, entre otros descalabros, que el pueblo, sin saberlo, ha apoyado con su voto ciego.

En los últimos años, y después de habernos dado un representante de las cualidades de Juan Daniel Castrillón, lenta y progresivamente una camarilla de dirigentes estudiantiles de Medicina, con grandes ambiciones y deseos de poder, fueron aislando a su programa de la Universidad, planteando sin tapujos que nada tenían que ver con la UTP, y que la suerte de los programas de la Universidad les tenia sin cuidado. Esta postura generó muchas discusiones, sobre todo cuando no solo se la jugaron por evitar toda confrontación con la administración, aduciendo que Luis Enrique Arango estaba dispuesto a apoyarlos en la construcción del Hospital Universitario, sino cuando abiertamente rechazaron que los estudiantes de la universidad se solidarizaran con sus luchas, preocupándose incluso solo por el ILEX cuando afecta a ciertos compañeros de su programa, entre otras cosas no menos graves: el silencio ante el tráfico de puntos por investigación de profesores cercanos a la administración, la total indiferencia, desde el cargo de representante de los estudiantes de la facultad de Salud, hacia los estudiantes de Deportes y Veterinaria y el apoyo soterrado y cómplice ante la última reforma del Internado de Medicina, discusión que solo fue impulsada por el compañero Juan Daniel Castrillón, algunos profesores del programa y quien escribe este artículo. ¿Cómo entonces, quienes han mostrado su desinterés y desprecio por los estudiantes de la Universidad de la cual no se sienten parte, pueden aspirar a ser sus representantes?

Ahora, al acercase las elecciones todo comienza a develarse con claridad: nos encontramos frente a unos compañeros que ya le han prometido lealtad a la administración (ver imagen anexa), que han utilizado su influencia en el programa para orientar a sus compañeros como si fuese un asunto de obligación votar por ellos, pisoteando el consejo estudiantil de Medicina y la posibilidad de pensar diferente (agregando que en la imagen es claro que para el candidato lo que importa es que “Medicina” se tome la representación);  y que sin ningún tipo de pudor se han apropiado de la lucha de los estudiantes por exigir un inglés de buena calidad y en proyección a incluirlo en el pensum académico. De nada entonces sirve subir videos del Senador Robledo sobre la Educación Superior, cuando se está de acuerdo con “el proceso de mejoramiento que vive actualmente la Universidad”. Luego, qué intereses pueden motivarlos entonces a ser simplemente coro de todo lo que diga el Rector Gaviria?

En lo personal creo que la combinación del apoyo de la administración, las fiestas como forma de hacer política, la instrumentalización de las asociaciones estudiantiles para convertirlas en máquinas electorales y el miedo que ha impregnado a los más dignos y la falta de carácter de otros, puede desencadenar en la elección de esta nueva derecha, que en ningún momento representan a Medicina, programa donde saben mis más cercanos que tengo los más profundos cariños, sino que son la continuación de los Ivan Madrid que han vendido los interés de los estudiantes.

Depende de todos los estudiantes evitar que esto suceda, que nuestra dignidad y derechos no sean pisoteados; para eso contamos con los compañeros de Ambiental que siempre han brillado por su carácter y fortaleza, la seriedad de los estudiantes de la Facultad de Educación, la fuerza de las Ingenierías y su seriedad para el debate, la dignidad de la Escuela de Química, el valor y fuerza de los estudiantes de Veterinaria, a los cuales toda la Universidad les sigue debiendo mucho y de todos los estudiantes de la Universidad.

Reafirmo que es un deber moral que todo estudiante sepa quienes aspiran a ser sus representantes, así predeciblemente me caigan mil rayos encima, sobre todo desde quienes creen que el exilio es un paraíso y que estar lejos de la gente que se ama no parte por dentro.

Agradezco a todos los compañeros que me animaron a escribir esto, en especial a los chicos de la Facultad de Salud, y les deseo a todos un final de semestre lleno de triunfos, de amor y de felicidad.


Un abrazo a todos.


Andres Julian Bedoya

Ex Representante de los Estudiantes al Consejo Académico.

12 abril de 2015.



domingo, 23 de febrero de 2014

El ILEX: Un lucrativo e inmoral negocio.


Para el primer semestre del 2014, de un número aproximado de 1700 estudiantes que deberían entrar a cursar su plan de estudios, solo 783 pudieron iniciar sus clases en el programa elegido. El determinante para quienes no pudieron iniciar sus clases normalmente fue definido por una prueba en el dominio de la lengua inglesa realizada al inicio de este semestre; así, a quienes obtuvieron puntajes inferiores en las pruebas se les fue aplazado el ingreso en la carrera elegida y se les obligó a ver inglés durante un semestre; esto significa que para el caso de medicina, con esta medida, un estudiante tardará mínimamente 7 años en terminar su carrera. 

Esta situación pone en evidente ventaja a quienes en su formación secundarista reciben mejores bases de lengua extranjera con respecto a quienes no cuentan con estas condiciones. Caso tal, y como se denunció en el Consejo Académico por uno de los representantes estudiantiles, esta imposición favorece a los egresados de colegios privados y de capitales de departamento, con respecto a los graduados de colegios públicos y de regiones apartadas del país. Cabe preguntarnos ¿Acaso para un padre de familia de un municipio lejano es fácil enviar a su hijo a estudiar a Pereira por 4 meses inglés?

El pasado 17 de febrero el ILEX publicó en la página institucional la manera como se realizarían las matrículas para el inicio de los cursos este semestre, la dinámica utilizada para la matrícula está enfocada a asignar los cursos de manera automática en las franjas horarias donde los estudiantes no tienen clase; esto, además de no ser consultado, representa enormes contratiempos relacionados con la manera arbitraria en la asignación. Pareciera que al Consejo Superior, que aprobó esta medida y a la desafortunada dirección del ILEX, se les olvida que los estudiantes aparte de estar en clase, hacen otras cosas.

Horarios en donde los estudiantes tienen una acumulación de 11 horas sin descanso, grupos de inglés de 6 am a 7 am de lunes a viernes, clases fuera del campus, entre otras consideraciones que se engloban en que en la asignación no se tiene en cuenta el horario destinado a la participación en semilleros de investigación, grupos artísticos, jornadas laborales que solventan total o parcialmente los altísimos costos de estudiar en la U (en consonancia con las débiles y pocas ayudas de bienestar universitario), entrenamiento para el caso de los deportistas y prácticas académicas extras al horario asignado oficialmente (es el caso de las rondas de medicina, las monitorias de muchos estudiantes, tutorías, etc.). Algo que atenta no solo contra la formación profesional integral, sino que incluso afecta directamente la formación académica formal.

La manera como se asignaron los cursos intensifica el mal funcionamiento que venía trayendo el ILEX desde que se mostró a la comunidad universitaria la inviabilidad, no solo a nivel locativo, sino también, la inviabilidad financiera del mismo. En este momento estudiantes de nuestra universidad están recibiendo clases en las instalaciones de la universidad Antonio Nariño y el colegio técnico superior; nuevos espacios de arrendamiento predilectos por el rector, pues antes de resolver los problemas de nuestra universidad, insisten en un modelo que a todas luces no funciona.Ahora, si la Administración tiene tanta adicción por las comparaciones con otras universidades, ¿por qué no ha notado que en la mayoría de las universidades rankeadas del país, el idioma extranjero hace parte del pensum, que se ve en todo el semestre como una asignatura, y que no sobrepasa los 4 semestres?


Cabe resaltar que para el año 2012 solo 1 de cada 4 estudiantes podría cursar un nivel de inglés al año, esto, fundamentado en los cursos ofertados por el ILEX y el número de docentes vinculados al Instituto; para este semestre 80 docentes fueron vinculados al ILEX para dar cumplimiento a los acuerdos 36 y 37 del mes de diciembre del año pasado, lo cual no solo implica más gastos para la universidad, sino que además pone en tela de juicio la condición de contratación que para los años pasados han tenido la mayoría de docentes vinculados al ILEX; a manera de ejemplo podemos observar que dentro del Instituto se le ha llegado a pagar una suma de tan solo $16.000 por hora a un profesor catedrático, sin ningún tipo de prestación o beneficio laboral.

Todo esto muestra que la administración de la universidad no aboga por asumir el mejoramiento de la oferta de una segunda lengua en la UTP, sino que reafirma la continuación del negocio del ILEX. Desde los estudiantes se ha propuesto la vinculación de una segunda lengua contextualizada a la carrera que esté cursando el estudiante, y que además tenga horas créditos correspondientes al tiempo dedicado a la asignatura, esto a razón de una situación sin sentido: Las horas vistas por semana en los cursos del ILEX, son iguales a fisiopatología clínica en Veterinaria, y superiores a máquinas hidráulicas en ing. Mecánica, análisis de transmisión de potencia en Ing Eléctrica, gestión de sistemas ambientales rurales en Adm del medio ambiente, Instrumentación en Tec Eléctrica, entre otros ejemplos de asignaturas de alta complejidad en diferentes programas.

Otro tema a tocar es el relacionado con el costo de los niveles de inglés que el estudiante no pueda cursar, aquí se entra a justificar por parte del ILEX en el comunicado del 17 de febrero del 2014 que en el caso de no cursar el nivel asignado, el monto a pagar se le sumará al valor de la matrícula del próximo semestre; para quien no lo sabe, el costo de un nivel no cursado por un estudiante es de aproximadamente $60mil pesos. Cabe resaltar que este monto se ha venido cobrando durante muchos años dentro de la universidad y se desconoce hacía donde va el dinero que los estudiantes pagan por estas multas.

Las respuestas relacionadas con cualquier problemática a la hora de un cruce de horarios académicos con ocupaciones personales son ineficientemente atendidas por los funcionarios del ILEX, si no se tiene una constancia formal de una ocupación relacionada con el cruce se está obligado a pagar el monto cercano a los 60 mil pesos en la próxima matrícula. El hecho de tener más de 10 horas continuas de labores académicas; el transporte para algunos estudiantes de otras regiones que ahora deben llegar a la universidad todos los días a las 6 am; los trabajos informales que la mayoría de los estudiantes de la universidad pública desarrollan para cubrir sus gastos, no son justificaciones para permitir la cancelación del curso según el ILEX.

Esta medida va en contra de la libertad individual del estudiante, el cual se ve obligado a dedicar cierta intensidad horaria en el desarrollo del curso o de lo contrario será multado con una suma en dinero ya que se nos prohíbe la cancelación de los niveles; además de esto la medida va incluso en contra del Plan Desarrollo Institucional, en donde se evalúan características de flexibilización curricular como ítem para ser una universidad acreditada de alta calidad.

Se debe resaltar el hecho de que el dinero invertido en el pago de un nuevo personal docente, el alquilar instalaciones diferentes a la universidad y el prejuicio al que está siendo sometido el estudiante son sumas de dinero demasiado onerosas que solo pueden demostrar dos cosas; la primera es la incompetencia administrativa y financiera en la que está sumida la universidad; la segunda, nos hace presumir, que detrás de la modificación persistente de una estructura claramente ineficiente e inviable, se esconde un lucrativo negocio.

Debemos resistir.

HAROL GONZALEZ
Representante de los Estudiantes al Comité Curricular de Deportes y Recreación.

JULIAN BEDOYA 
Representante de los Estudiantes al Consejo Académico Universitario.

EDUARDO MEDINA
Representante de los Estudiantes ante el comité de Bienestar Universitario.

STEPHANY SASTOKE
Representante de los Estudiantes al Consejo de Facultad de Ingeniería Mecánica.

ANDRES GOMEZ
Representante de los Estudiantes al Consejo de Facultad de Tecnologías.

ANGELA ESTEBAN
Representante de los Estudiantes al Consejo de Facultad de Educación.

CAMILO HERRERA
Representante de los Estudiantes al Consejo de Facultad de Ciencias Ambientales.

HERNANDO MORÁN JUANILLO
Representante de los Estudiantes al Consejo de Facultad de Ciencias de la Salud.

LUCAS RAMIREZ
Representante de los Estudiantes al Consejo de Facultad de Bellas Artes y Humanidades.

MARLON CEBALLOS
Representante de los Estudiantes al Comité Curricular de Lic. Artes Visuales.

OSCAR PELAEZ
Representante de los Estudiantes al Comité Curricular de Ingeniería Mecánica.

JORGE GONZALES
Representante de los Estudiantes al Comité Curricular de Tecnología Eléctrica.

LUISA GOMEZ
Representante de los Estudiantes al Comité Curricular de Medicina Veterinaria y Zootecnia

WILLIAM ORTIZ
Representante de los Estudiantes al Comité Curricular de Licenciatura en Música.

DANIEL LOPEZ
Representante de los Estudiantes al Comité Curricular de Lic. Etnoeducación y Desarrollo Comunitario.

lunes, 10 de febrero de 2014

La democracia en la UTP y sus deformaciones


Por razones que deberían ser de estudio de especuladores o de promotores de campaña, el Rector de nuestra universidad, el Ingeniero Luis Enrique Arango Jiménez, ha decidido escribir sendos artículos sobre sus consideraciones sobre la Democracia Universitaria, sus implicaciones y posibles devaneos con respecto a varias palabras de exquisito gusto para quien ostenta la más alta distinción administrativa de la UTP: gobernabilidad, democracia, garantías y gestión. No cabe duda de que este artículo tiene innegablemente el preocupante sabor de una respuesta no a las exigencias de la comunidad académica, padres y trabajadores, sino al deseo de justificar comportamientos de cara a los deseos de legitimar una administración golpeada en su imagen en la ciudad y medios de comunicación.
La democracia universitaria se entiende como el ejercicio responsable de los estamentos universitarios en clave de la autonomía universitaria, para elegir sus autoridades académicas y administrativas, con el fin de garantizar la supremacía de los intereses académicos sobre intereses de otra índole. Se podría hacer una larga exposición de los alegatos que sustentan la idea anteriormente expuesta, pero pretendo centrarme en las deformaciones de la misma que, escandalosamente, son defendidas con la mayor de las naturalidades por la regencia de nuestra universidad.

En uno de los más complejos laberintos en que se embarca la serie de artículos mencionados es en el intento fallido de mostrar amplitudes de la democracia a través de la otorgación del voto para quienes no poseen una contratación estable (planta de personal), aduciendo que este tipo de reformas electorales pretenden darle participación a quienes hacen parte también de la comunidad académica. Esta tesis, tiene más allá de su lavado estético como fin último otorgar a la administración de turno la herramienta para presionar y someter a quienes están en franca y evidente vulnerabilidad laboral, logrando unas mayorías ficticias dentro de la comunidad profesoral y de trabajadores. En la UTP, para nadie es un secreto las presiones a los catedráticos cuando se acercan procesos electorales para que hagan deferencia de lealtad a quienes en últimas, tienen la palabra definitiva en la continuidad de sus contratos y desarrollos dentro del campus. Pretender esconder tan evidente realidad, es  una burla y provocación para quienes tienen cotidianidad en la Universidad Tecnológica, y que han sido testigos de la imposición de autoridades académicas incluso, contra el deseo de la más evidente mayoría de sus integrantes. La lealtad al Rector como sinónimo de idoneidad.



Esta pantomima de ampliación de la participación en las escogencia de las autoridades universitarias se articula con la modificación de la elección de los Decanos en las facultades, dándole decidida participación a un Consejo Superior Universitario (CSU) que, en el caso más desprevenido, tiene como fuente principal de virtudes y defectos, a las versiones cómodas del Rector y su cúpula de confianza. He allí la razón por la cual en las últimas elecciones solo se han presentado candidatos únicos: ya nadie quiere presentarse a una elección que se sabe de antemano quién será el ganador. Así se socava por arriba y por abajo el peso específico de la comunidad académica en la toma de decisiones.

Ahora, llama poderosamente la atención como en los artículos escritos por el Ingeniero Arango, se esboza  una serie de cuestionamientos alrededor de la participación y rol que juegan los Gobernadores y sus delegados, ejemplificados por el mencionado en la Universidad de los Llanos y en la Universidad del Pacifico. Su alegato sugiere que “muchas veces han sido un canal para inducir presiones  al interior de las Universidades, en connivencia con circuitos políticos locales,  que provocan enérgico rechazo (…)”. Cabe preguntarse si acaso los Gobernadores y sus delegados y otros miembros del CSU en cualquier universidad pública que si están de acuerdo con el Rector de turno, no están sometidos a la presión de los círculos políticos locales y de manera más expresa, si esa paz y armonía que existen en algunos Consejos Superiores no responde precisamente a una completa sintonía política, en intereses y en modos de asumir las cosas. Mal hace el rector en buscar la paja en ojo ajeno y no ver la viga que se encuentra a pocos metros de su oficina en la universidad.

Por último, asumir que la participación de la elección de las autoridades académicas y administrativas de manera directa por la comunidad académica, compuesta por estudiantes, profesores y egresados, como sucede en la Universidad de Nariño, es un proceso fracturador y excluyente, es de manera abierta plantear que la participación amplia, es sinónimo de dificultades, y que por lo tanto la gobernabilidad se fundamenta en la mas maquillada monarquía constitucionalista, en el mejor de los casos.

La gobernabilidad en las universidades debe basarse en el ejercicio consciente de la deliberación, del consenso, de la capacidad argumentativa, y no de la imposición de mayorías ficticias, a través de la contratación inestable, de dudosos concursos docentes, de la presión indebida de profesores en las elecciones de representantes estudiantiles o de la reducción estatutaria de la participación de la comunidad académica. Toda concepción que fundamente un remedo de democracia en los términos expuestos, es un caldo de cultivo para la confrontación, para sí la fractura y la exclusión política.

Julián Bedoya Vallejo
Estudiante de Ingeniería Mecánica.
Representante de los Estudiantes ante el Consejo Académico Universitario
Universidad Tecnológica de Pereira

Enlaces a los artículos mencionados:

comunicaciones.utp.edu.co/index.php/noticias/24759/esto-tampoco-es-democracia

lunes, 7 de octubre de 2013

A las huestes del Cambio.



En las grandes faenas que han transformado la existencia, condiciones y vida de los pueblos, en refriega permanente con quienes ostentan el poder, y cuyos sucesos pasan avizorados por los ojos de los hombres y de las tierras, ha existido siempre una contradicción, propia de la naturaleza de las sociedades: la valentía altiva y la cobardía racionalizada. Entre esos dos puntos, han danzado múltiples actores y realidades, todos ellos enmarcados en el avance o estancamiento de los grupos sociales. Las causas y consecuencias de esta doble cara de las acciones políticas se pueden observar desde las independencias de la América grande, hasta los reclamos barriales y comunales en nuestras ciudades.

Se pueden usar muchísimos sofismas y maquillajes para ocultar y distorsionar esta inclaudicable contradicción, sin embargo, en ella están vívidamente representadas las ideas más conservadoras, los temores a la derrota, la radicalidad fecunda, la pomposidad de los arrodillados y el "liberalismo" de los indiferentes. Por allí podemos comenzar.

No son de extrañar entonces las diferentes tendencias que comienzan a tomar espacio dentro del proceso de movilización de los estudiantes de la Universidad Tecnológica de Pereira, en su legitima iniciativa de sustituir al Rector Luis Enrique Arango para transformar la Universidad. El tablero se mueve, y los alfiles de un lado y otro se precipitan a la llamada por la victoria de la esperanza o el triunfo de los grises y  mercenarios.

Nadie hoy niega las nobles e innumerables causas que configuran la avanzada estudiantil, portadora de una indignación que acumula más de 13 años, y que transversaliza generaciones, estamentos, y diferencias ideológicas; que ha logrado ir ganando espacios entre la ciudadanía, egresados, padres de familia, profesores de todo tipo de contratación, etc; por la contundencia de sus argumentos que han sobrepasado el marasmo de las cifras, para ir a la política real, la que los números no logran reflejar, la que duele y se vive y que no cabe en carpetas. Ni siquiera la tesis del rector, ésta última de una levedad insoportable, ha logrado generar una corriente significativa en contra del paro, pues plantear que la movilización de los estudiantes es simple producto de una conspiración de la izquierda radical y que está en el marco de “un empeño sistemático para propiciar un nuevo escenario de confrontación, que se publicita como necesario, para impulsar la definición  de un nuevo marco normativo para la Educación Superior”, es intentar como la conocida metáfora, tapar con un dedo el sol: negar la enorme impopularidad que circunda su gestión, la heterogeneidad de actores quese involucran: desde sectores de izquierda tradicionales, cristianos, derecha social  y democrática, hasta grupos significativos de estudiantes sin inscripciones ideológicas. Una profunda autonomía rigió la decisión de los estudiantes, y nada tiene que ver con las conspiraciones que especula el Rector. Así, vemos la gran capacidad que tiene hoy el movimiento estudiantil para re inventarse, y de esta manera llegar a capas de la población que estuvieron vetadas por la estigmatización y los mitos sobre los briosos muchachos de la Universidad Tecnológica.


Con la fuerza moral que nos rodea, nos enfrentamos entusiasmados a los fantasmas que desde las calderas y mazmorras se crean para llevarnos a la derrota: el egoísmo, el miedo, el chisme, el pesimismo y los mercenarios. En toda lucha política, social o popular, siempre existirá una masa de personas que nunca se involucrarán porque en su pirámide de valores humanos, la solidaridad y la concepción colectiva de la vida no están incluidos; son ellos los adalides del darwinismo en la vida social, es decir, del sálvense quien pueda, del más fuerte sobrevive. Una cantidad incalculable de seres imbuidos en el más fangoso individualismo, que se oponen a cualquier cambio que toque su golosa comodidad. Son incurables.




Preocupación despiertan los temerosos, quienes en las primeras horas, iluminados de la esperanza ajena se acercan fervorosos al calor de los tripas y corazones, pero que ante la seriedad de la lucha, su duración indeterminada en el tiempo, se llenan de temor y duda, presas de alarmismo por rumores sobre la cancelación de semestre y retaliaciones de profesores; comienzan estos a dudar de todo, hasta de sus nombres. Se les exige entereza, el carácter propio de los transformadores. No se puede pretender cambiar nada si se cree que todo va a ser un camino de rosas, ni en las novelas las cosas son así. No se abrió la ruda montaña a nuestros antepasados como el mar se le abrió a Moises, sino al calor y al sacrificio. Templen sus almas y arrecien sus ideales.

Al que hubiese esperado que el Rector y sus cómplices se fuesen a quedar quietos mientras escalábamos la cúspide, se le debe acusar de una enorme ingenuidad, casi de un crimen contra la inteligencia. En efecto, todo ese movimiento anti paro, sino es una simple daga del egoísmo, es una acción construida desde los amigos del régimen actual para romper la unidad de los estudiantes, para generar asambleas clandestinas, para llenar de mitos torpes y pendencieros la lucha estudiantil, mitos tan desgastados como que en las asambleas no dejan hablar, que no vamos a ganar nada, que estamos condenados a la derrota, que la gente no va a la universidad porque está en contra del paro, etc. Verdaderos magos y brujos que son capaces de leer el futuro. Pueden disfrazarse con mil argumentos para esconder sus intenciones, pero detrás de ellos solo existe la lógica mercenaria, de recibir dádivas, desde una pingüe nota hasta quién sabe que más. Son la quinta columna metida adentro, son ellos los que se inventan miles de chismes sobre el movimiento estudiantil y sobre las decisiones que se pueden tomar en la Universidad (cabe decir que muchas cosas que se inventan ni siquiera existen en el reglamento, ni en los estatutos de la UTP).

Todas estas tendencias y sectas se recrean sin temores en los pasillos y en las redes virtuales, son ellas las que enfrentan y fraternizan a nuestra universidad. Y de cara al sol, hacemos parte cada uno de ellas. Todos y todas están en el derecho de hacer parte de la historia, desde las laderas más próximas a sus seducciones y principios.


A quienes creemos en la democracia estudiantil, en la justeza de la jornada que nos lleva, cual cauce de los ríos, a la gloria o la dignidad de la derrota, nos debe generar esta situación unos desafíos, unas entrañas encendidas. Nos corresponde entonces la corona de espinas propia de los soles, porque cuando el pecho alberga esforzado empeño por una causa que tiene la legitimidad de la verdad y de la certeza, crece la obligación de no permitirnos el error causado por la falta de análisis e imaginación. El Paro no es suficiente para ganar la pelea, es decir, la ausencia de clases no es en sí mismo la vía para ejercer presión, necesitamos llenar la universidad de estudiantes discutiendo la problemática, ejerciendo presión desde las diferentes iniciativas que surjan en los espacios asamblearios. No cabe duda de que hay muchísimos estudiantes que apoyan nuestra causa, que se encuentran lejos de la ciudad, otros que no van a la U por problemas económicos, causas todas muy entendibles; sin embargo, el reclamo que el compromiso nos grita desde las alturas de los próceres,  es aumentar la contundencia de esta jornada, más que la duración de la misma. Si hemos de ser derrotados por los grises y por los muertos de espíritu y razón, que nuestro fin sea como los barcos que se hunden con todas las luces encendidas. La alborada, una recompensa al motriz esfuerzo, real sin embusterías, de envidiable servicio al país, es lo que nos espera. No seamos inferiores a la tarea. 


domingo, 2 de septiembre de 2012

En Pereira se resiste, aquí esta la Vidriera de Caldas, VICAL.




No puede haber lugar a engaños: las frías estadísticas, esas que permiten a modo de ejemplo, porcentualizar quiénes comen bien, quiénes no tanto y quiénes no comen nada en absoluto; no pueden reemplazar ni reducir la crudeza de los rostros en desesperación y en impávida postración ante la rudeza de la vida. Y es que cuando se habla de los estragos del capitalismo, del Imperialismo como sumo político, económico, y militar del sistema nombrado no puede asumirse con ligereza que se habla desde los anteojos de la ideología, desde la postura política divergente, sino que se habla desde la más técnica de las lecturas geopolíticas: La innegable relación ente el aplastante poder de los países “”desarrollados””, con dobles comillas, y quienes se ven en estado de dependencia económica; del poderío y absolutismo de las oligarquías de esos dependientes y colonizados pueblos y naciones, grupo selecto que vive en la pomposidad del llamado primer mundo, mientras sus connacionales naufragan en el tercero; y estos últimos, los de abajo, siempre presa fácil de la miseria y la ilegalidad. Y de la industria nacional que empuja, con acierto o no, el sueño aplazado de modernidad, y que se ve enfrentado a la competencia desleal y destructiva de las industrias extranjeras.

A la pujanza del bravo pueblo, de su tesón, llamada sin tapujos y sin rubores verraquera, no le caben espacios para cobardías ni para rendiciones anticipadas. Pequeños Industriales, ingenieros, obreros, administradores, asistentes, en esencia todos los que engrandecen y hacen parte integral del proceso total de la producción, empujan y empujaron por décadas una raquítica Industria Nacional a pesar de las trabas impuestas por las políticas de los gobiernos centrales al servicio de los intereses extranjeros, en grotesca comunión con los grandes latifundistas, banqueros y monopolios de unas cuantas familias colombianas.
Y cuando una de esas iniciativas naufraga gracias a la corrupción, a la irresponsable dirección empresarial, a la competencia asiática del hambre y a la despreciable visión burguesa de la producción, ésta que en un acto propio de sabandijas patrocina la huida de los administradores ante la amenaza de la bancarrota, dejando a los obreros en el limbo, debe dolernos a todos, como patriotas, como humanos, como defensores de la unidad de destino de la Nación y de sus habitantes.

Después de más de 54 años de existencia la Vidriera de Caldas VICAL[1],  empresa reconocida internacionalmente por la fabricación de vidrio artesanal de calidades superiores, con exportaciones a países hermanos como Venezuela y Perú, languidece y agoniza en la bancarrota, ahogada por las deudas a acreedores y a quienes dieron su vida por la empresa; esto es a los trabajadores que, en el menor de los casos, llevan más de 10 años trabajando para sacar adelante la misma; a quienes se les debe más de 5 meses de salarios, prestaciones y primas. Las causas podría parecer que salen de un libreto: el libre mercado, que permitió que se inundara de productos chinos de bajo costo el mercado colombiano, la tecnificación de los competidores, el desgreño administrativo y la irresponsabilidad y negligencia de los dueños de la empresa, se presentan como las puntas de lanza que destrozaron otra apuesta pereirana más, en el triste espectáculo de ver como nuestra ciudad ha pasado de ser una ciudad manufacturera, cuna de valiosísimas empresas nacionales, a ser un gran casino, lleno de centros comerciales y de deshonrosas zonas francas.

El carácter de los hombres no se mide en la calma sino en plena tempestad, y la huida cobarde de los dueños obligó a los trabajadores a tomarse la empresa por tanto las sabandijas pretendían sacar la maquinaria para pagarle a los acreedores y poder, impunes, salir al paso a la obligación con quienes fueron leales trabajadores por décadas.  La acción de los empleados, con el sindicato a la cabeza, permitió resistir varios intentos fallidos de sustraer activos de la empresa, maquinaria, materias primas, etc. Y de ahí se conjura el llamado a la resistencia, a la unidad obrera, a la autogestión sindical, esto es, al deseo profundo de los trabajadores de seguir con la empresa como propiedad de los mismos, desde la señora del tinto hasta quien dirige la producción, como un todo, como un ejercicio de poder sindical, por encima de los salarios, esto es, construir un pequeño Estado del Trabajo. En este momento la empresa está en liquidación, se exige la total compensación a los obreros. El sindicato ha sido claro: más que el dinero quieren la empresa, quieren seguir trabajando y proponen que sean ellos quienes asuman la propiedad sobre la empresa y levantarla una vez más, así eso implique, en el honor de los aguerridos, la posibilidad de perderlo todo al final. De ahí a la espera de qué suceda.

Se invocan entonces todos los sentimientos humanos y dignos. El dolor nacional de ver como nuestros obreros son lanzados a la calle, como se quiebran nuestras industrias, como se olvida la solidaridad humana y cunde el “sálvese quien pueda”; la rabia por la destrucción económica y cultural de nuestra ciudad y departamento, con su precioso cielo verde de 13 estrellas, convertida de cuna del bambuco y de una pujante industria manufacturera, en uno de los centros de trata de blancas, lavado de activos, sicariato y demás, más activos del país. Y de la rabia y el dolor, a la esperanza y la admiración: la esperanza de que los valientes trabajadores, orgullo nacional y risaraldense salven la empresa y creen nichos de resistencia al modelo a través de la propiedad sindical,  y que siga VICAL llevando el nombre de esta ciudad por todo el continente; y admiración porque todavía existe, si, y en Colombia, sí, y en Pereira, una clase obrera aguerrida que con los demás agentes de la producción, enseña que no estamos en la fin de la historia, que si es posible otra realidad, otro mundo. En las duras manos de los trabajadores de VICAL nace otra flor tricolor, y en su cielo, el Cóndor los saluda.

Este articulo se escribe tarde, y si ha de existir una solidaridad, que ésta pase de los cafés y las charlas, se invita a conocer la empresa, a hablar con el sindicato, a llevar palabras de aliento, y todo lo que pueda ayudar a los patriotas, porque así se construye patria, resistiendo. Y sobre todo a aprender que solo la visión colectiva nos salva del salvajismo del capital, de vivir como ratas asustadas en nuestras casas, mientras afuera la realidad destroza otras vidas,  mientras afuera la realidad destroza otras vidas, esas que no conocemos, esas que nunca miramos a los ojos.

Este articulo está dedicado al padre de Jhon Fredy Gonzalez Mejia y a sus compañeros de Trabajo. Jhon Fredy es hijo de uno de los trabajadores de VICAL y es estudiante de la Universidad Tecnologica de Pereira.

viernes, 24 de agosto de 2012

Bienvenidos Primiparos!


Compañeros:

Hoy les corresponde romper el velo y pasar de la expectativa a la realidad. Ya son estudiantes universitarios, ya hacen parte del conglomerado de privilegiados que han logrado ingresar a la reducida universidad pública, y en su honor sus padres elevan las copas y felicitaciones; luego les corresponde  no ser inferiores al reto, y llenar de orgullos a sus familias, a la región y a la patria que los necesita.

¡Bienvenidos sean los retos! Ingresan a su vez, a uno de los sectores más dinámicos de la lucha nacional, a la defensa apasionada y poética de la bandera, el cóndor, sus cielos y sus tierras, el futuro; la unidad de destino de quienes habitamos el suelo tricolor. Implica esto, un llamado desde la alegría a defender y ampliar la universidad pública, a hacer parte de las asambleas estudiantiles, a organizarse en concejos por programa facultad, a llenar de amor y creatividad sus días en el campus, a resistir a quienes los traicionan, y a luchar con quienes los invitan al heroísmo.

No es extraño que quieran desanimarlos, escucharán desde hoy, inicialmente, de  las palabras del Rector de la Universidad llamados, como cantos de sirena, a la prevención, al miedo, a dedicarse sólo a estudiar; y a estudiar sólo lo que les manden. Sabrán entonces que el Rector habla desde su experiencia de vida: de dirigente estudiantil a profesoral, a vil traidor de quienes lo eligieron para rector, convertido en el más fiel escudero en las universidades del ex presidente Uribe, experto en expulsar estudiantes, en militarizar la universidad, en engañar y en dilatar las discusiones sobre la dirección de la UTP.

En un mar de escépticos, en ríos y ríos de jóvenes que solo ven como futuro trabajar en lo legal o ilegal para sobrevivir, en sus barrios, en nuestros barrios, llenos de llamados “apolíticos”, categoría para ocultar otra condición, la de indiferentes, ustedes son la esperanza nacionalista, de ustedes dependerá en un presente y un futuro, la conducción del movimiento estudiantil. Y son fuertes, y por ello les temen. Miren a su alrededor, son cientos, sino miles; solo ustedes sin nosotros harían temblar al Rector y su corte.

Vivan la integralidad y la plenitud de ser estudiantes, buenos estudiantes, críticos de la sociedad, vivos ejemplos de lo mejor de nuestras 3 razas fundadoras, rompan con los temores al compromiso y a la poesía hecha comunión en la acción que transgrede.

¡Nosotros, un colectivo en formación, los saludamos e invitamos a planear juntos toda actividad que permita que las conciencias se aviven, como los corazones!

"¡Acabad con toda sumisión! Poned vuestro ímpetu al servicio de la revolución nueva, que es vuestra también, porque es de todos, ¡porque es colombiana!"


miércoles, 1 de agosto de 2012

¿Un Mov. Estudiantil re-creativo?


Señores
Comité Editorial Revista Expresión:

Quizás esta misiva pueda asumirse fermentada y tardía, y por tanto inútil, a razón de los meses que proceden a la publicación de su revista, sin embargo creo que ésta es necesaria en la medida de la reflexión franca, y de la crítica abierta. De nada sirve entonces comentar sobre las discrepancias hacia lo que observamos, como dirigentes universitarios, entre cervezas y cigarrillos, cuando nos encontramos su revista entre papeles del semestre, si no contiene en sí misma la fecunda intención de ser divulgada.

Acontecidos dos meses desde la entrega de la revista por una estudiante de la Universidad Católica de Pereira, entrega desprevenida con idéntica recepción, en el marco de una reunión política del Movimiento Estudiantil de la UTP, me dirijo a ustedes para expresarle abiertamente mis críticas, lamento para entrar a lo que nos concierne, el dilatado periodo para su envío, sabrán comprender ustedes, compañeros de la UCP, que nos encontrábamos en un periodo académico inusual, que solo ha finalizado con el ocaso del mes de Julio.

Siempre será para nosotros, como estudiantes de Universidad Pública, motivo de curiosidad las impresiones que, desde las universidades privadas de la ciudad, se tenga sobre nosotros; y en especial lo que respecta a las acciones acertadas o no, del movimiento juvenil, esto es, del movimiento estudiantil,  sus amalgamas y variopintas particularidades. En general salvo cercanías diferenciadas, subsiste un desconocimiento del sujeto político y cultural que engloba ambas comunidades académicas; implicando esto las reducidas relaciones sociales existentes entre los mencionados, y en especial con el núcleo del movimiento político, aquel a quien le dedican la portada de su último número.

Es innegable entonces que las expectativas alrededor de las lecturas propias y colectivas, que desde el lejano campus de la Avenida Sur se hiciesen sobre nuestras largas jornadas alrededor del hundimiento del proyecto de reforma a la Ley 30/92; eran considerables, no ocultando nuestro beneplácito en el primer sorbo de café de ser motivo de tan inesperado honor.

Y ahí la sorpresa. De la asumida crónica, del posible artículo, de la presentación formal o informal de una posición por parte de un cúmulo de estudiantes de la UCP, de alguna corta entrevista, de algo que nos invitase a la discusión, ¡de lo que fuese!, nos topamos con que fue simplemente lo estético, lo creativo, sin contenido y sin razón lo que recogió su publicación sobre las jornadas larguísimas de más de dos meses de paro indefinido de la UTP, acción política que a nosotros nos cuesta tiempo, dinero, y no pocos problemas de seguridad.

Esa soberbia reducción de la acción política a la capacidad para impactar los medios, nueva escuela que desde los centros de poder se pretende enseñar como cátedra a los movimientos sociales, en una re edición de los caducos intentos de instruir a la protesta juvenil en los caminos de la “decencia” y “civilidad”, y la divinización en la acción política de la “visibilización” mediática, que implica la superposición de lo estético sobre lo profundo, sobre lo sufrido, son claras estrategias para obviar lo que nosotros no solo no olvidamos si no que defendemos desde los puños y los corazones: el sentido de identidad colectiva, de comunidad, de acumulado social que no desaparece porque las cámaras no se posen sobre ellas, de relación directa, sin intermediarios, con el ciudadano, de la reivindicación social, de la utopía de todos los colores.

Se entiende dentro de todo, en un país que no permite la sorpresa, porque aquí todo puede pasar, que los grandes medios ejerzan con evidente eficacia lo breve y superfluamente descrito; que recoja si hubo disturbios o no, si hubo algo mediáticamente atractivo (desnudos, besatón, bailes, disfraces, etc.) o no, si los voceros son de una manera u otra, entre muchas cosas, mientas guarda silencio alrededor de las propuestas y exigencias justificadas al gobierno de turno. Lo que si resulta decepcionante es que no haya en su publicación, de estudiantes, muchos probablemente conscientes de los males que aquejan al país y a la educación pública, un solo ápice de opinión, de importancia más allá de la calidad innegable de las fotos. De allí se exorcizan las historias y los rostros de los jóvenes que cargaban las cruces, varios de ellos, supongo que lo desconoce el fotógrafo, con graves problemas para mantenerse en la universidad por razones económicas; del joven que lleva al cielo verde de 13 estrellas la bandera nacional, y de todas las noches y días que tuvo que entregar al sostenimiento político y logístico de la jornada de resistencia.



Luego, y con el deseo de no extenderme más, contundentemente decirles que no somos una foto, y decepciona que nos dediquen, como movimiento estudiantil, la portada de una revista, para simplemente determinarnos en lo creativo, para contribuir nosotros inocentes al ego y prestigio de quien toma las fotos, edita y publica y en una salida que posa de brillante, reducirnos a una frase (re-formas de lucha). Creo firmemente que el sacrificio asumido y que hoy nos cuestan vacaciones, materias e incluso semestres no puede ser tan simplistamente manejado, como activista y dirigente estudiantil, creo que nos merecemos más y, sobre todo, creo que ustedes hacen, saben y sienten más.


Les agradezco por la atención prestada, deseando siempre que mis impresiones sean tomadas desde la diáfana intención de honrar la sinceridad, y la posibilidad de la discusión abierta.